Puedes fabricarte de forma sencilla tus propios cosméticos artesanales con aloe vera, son sanos, naturales y no tienen contraindicaciones. Pero antes de empezar conviene que hagas una prueba: impregna un algodón en jugo o gel de aloe y frota suavemente una pequeña zona de tu piel, espera unos instantes y si no hay reacción (rojez, picor, irritación, granitos…) has superado con éxito la prueba del algodón. El aloe vera tiene un Ph similar al de la piel y los casos de alergia o intolerancia no llegan al 1%, con esta sencilla prueba saldrás de dudas.
CREMA HIDRATANTE DE DÍA:
Un pequeño truco para conseguir una buena hidratación es que no te seques después de la ducha. De este modo conservarás la humedad de la piel aplicando una mezcla de aceite vegetal (los más efectivos son el de aguacate y oliva), que la fija, y de aloe vera, que consigue la máxima penetración. Deja actuar la mezcla unos minutos y luego aclara la piel.
CREMA NUTRITIVA DE NOCHE:
Usa un aceite de buena calidad, a ser posible de oliva, almendra dulce o aguacate. Mézclalo con gel de aloe y obtendrás una crema más grasa que la anterior, pero también más nutritiva. Si tienes la piel muy seca te conviene utilizar el aceite de aguacate, que combate más eficazmente los problemas de sequedad o irritación.CREMA REAFIRMANTE O ASTRINGENTE:
Indicada especialmente para pieles grasas; secan y afirman la piel después de su lavado.Puedes fabricar un magnífico astringente a partir de alcohol para friccionar o hamamelis (pídelo en herbolarios y tiendas especializadas) y perfume. Mézclalo con gel de aloe y multiplicarás su capacidad de penetración, nutrirás la piel y quedará tersa y suave.
CREMA ANTIARRUGAS Y EMOLIENTE:
Tienen un efecto cosmético y terapéutico. Por un lado suavizan y lubrican la piel, y por otro reducen y alivian los tejidos inflamados.Para prevenir la sequedad y las arrugas puedes utilizar un delicioso antioxidante: aceite de oliva. Espárcelo bien sobre la piel y frota hacia arriba, añade aloe vera en crema o gel y vuelve a masajear, con esto logras una máxima penetración del aceite y potencias su acción. Déjalo actuar unos minutos y aclárate bien para eliminar la película brillante que deja el aloe.
MASCARILLA:
Tritura algunas frutas o verduras del tiempo (fresas, tomates, pepinos, manzanas, uvas, plátanos...) Mézclalas con el gel de aloe y esparce la pasta resultante sobre la piel, masajea con suavidad y déjala hasta que las frutas vayan perdiendo humedad. Esta mascarilla inundará tu piel de vitaminas, activará la circulación sanguínea y te dejará un cutis luminoso.Notarás inmediatamente la efectividad de estos cosméticos naturales gracias a que el aloe penetra en las tres capas de la piel: epidermis, dermis e hipodermis; aportando un gran caudal de nutrientes que la regeneran y la sanean, y expulsando las bacterias y los depósitos de grasa que obstruyen los poros. Por otro lado la acción de los nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas, los aminoácidos…, estimulan la reproducción de nuevas células. Estos principios activos se encuentran biológicamente equilibrados por la presencia de sustancias complementarias (polisacáridos, antraquinonas, saponinas...,) que van a potenciarse mutuamente sin acumularse en el organismo.
Pedro Sánchez Torrente
info@aloeysalud.com
Más información sobre aloe vera y sus aplicaciones cosméticas y terapéuticas en:
www.aloeysalud.com
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